Confieso que durante mi secundaría, estudié en colegio técnico industrial. Habías 5 especialidades a elegir: Ebanistería, Electricidad, Metalistería, Mecánica y Dibujo Técnico. Cuando comencé en 6° grado, escogí Metalistería porque mi familia tiene un taller de ornamentación, pero como el colegio no tenía recursos para materiales de trabajo, nos pasábamos todo el día jugando cartas, escuchando música, jugando ajedrez y hasta algunas veces durmiendo en el taller. De todas la especializaciones, eramos los más vagos. Ahora que estoy trabajando con mi papá y mi tío en el taller, me doy cuenta de todo el tiempo que perdí y me lamento por no haber aprendido nada útil. Pero afortunadamente mi tío y mi papá me están enseñando los fundamentos del trabajo y yo creo que un mes, sabré soldar, pintar, pulir, enmacillar y realizar cotizaciones de proyectos, aunque de esto último se encarga solo mi tío.