Confieso que cuando tenía 12 o 13 años ya era una adicta a la soda o refrescos -literal- desayunaba, comía, merendaba y por si fuera poco cenaba tomandolos y en consecuencia a ello me dan por tiempos unos dolores -probablemente riñones- que aun acostada son difíciles de soportar. Entonces desde hace como 2 años estoy acostumbrandome a tomar agua normalmente.